viernes, 24 de octubre de 2008

Municipales: Alcaldes a ciegas y Premios a la Mejor Sonrisa

Después de una larga ausencia, vuelvo a escribir, basada - para variar - en el anecdotario de vida diaria que tengo...

El tema de hoy: Elecciones. Esta vez me pillan con dos novedades: tengo este blog y me toca votar.
¿Qué tiene que ver una cosa con otra? Que me permite hacer un pataleo nacional desde la perspectiva de ciudadana municipal.

Sabido que soy una amante de mi ciudad, no me explico el grosero descaro de todos los candidatos a mi comuna. El imaginario comunal de cada lugar de este Chilito lindo da cuenta de que el alcalde es el patrón del fundo, el dueño de la querencia, "la autoridad" o en su representación más gráfica, el Alcalde Diamante de Springfield: no sólo decide qué se hace con las platas de cada lugar, qué se privilegia de cada proyecto o cuál será la razón de ser de su cargo, sino también se saca la foto para mostrárselo al mundo. Pues bien, como votante-no adscrita a ningún partido político-novata en la materia, consideré que era mi deber conocer las propuestas de cada uno de los "rostros" que han decorado la ciudad. Y como buena peatona del Paseo Independencia, me asomé - sin que los activistas me vieran - a ver los panfletos de cada candidatura. Resultado: la foto y la promesa de que la sonrisa mostrada es natural. EN NINGUNA PARTE SE HABLÓ DE OTRA COSA DE NO SER LO BUENO QUE SERÍA QUE FUERA ALCALDE!. El descaro salió de su escondite, y aparece tal cual. Para qué prometer cosas que no se van a cumplir, si se asume que todos sabemos lo que un alcalde debe hacer por su ciudad: lucirse, salir en diarios y demases, y nada más.

Pienso que para quienes sabemos de qué cosas son necesarias, o por último, importantes, es una completa impotencia todo esto. Por un lado, tener que votar por alguien por lo que pinta. Claro, la opción es nulo o en blanco, pero en rigor.. qué pasaría si así fuera? seguirían los actuales hasta nuevo aviso? Alguien me diga qué podría pasar ante tal eventualidad... segunda vuelta?. Mucho me cargarán los políticos, pero más que incomodidad hacia ellos tengo amor por mi tierra. Y ahí el meollo.

Por otro lado, está cómo se configura cada elección. Tiene sentido que alguien que vive en otra región o comuna deba devolverse a votar? Ahora me hace sentido, en tanto fueron prácticos los candidatos. Se ahorraron el discurso para que no haya diferencias entre quienes están y quienes no. "Vean las fotos no más"... Bueno. El asunto es que, a mi juicio, aunque haya que apelar a la responsabilidad de cada ciudadano a rectificar su inscripción, lo mejor sería que las mesas se confirmaran por los registros de vivienda. Eso. Que si yo soy de Navidad, y me cambio a Machalí, y lleve viviendo más de seis meses ahí, no sabré qué pasa con mi zona de origen, pero sí de aquella donde pase más tiempo. Y eso, en algo, nos ayuda al voto más que hacerlo literalmente a ciegas.

Acá, en ese sentido, y pensando en mi realidad, nos toca más fácil. Es decidir si quien está sigue o no en las mismas. Pero debe ser complicado para el votante-promedio-independiente elegir entre sonrisas. Quizás la reencarnación de un frenólogo podría dar luces de qué tal será. Lo cierto es que en buena parte de Chilito Springfield (imagino que no en todos lados... o al menos tengo la esperanza) las cosas son así. Habrá que afinar el ojo e identificar al paris chilensis del Alcalde Diamante y votar o no por él. O por achunte, porque ya no se me ocurre de qué otra forma.




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