Como muchas de las entradas a este blog, el tema de hoy viene de una anécdota.Por mi nuevo trabajo, tuvimos que ir (con el chofer de la Corporación, cof cof) a una entretenida visita domiciliaria a Peumo, desde Rancagua, en la tarde. O sea: un viaje de 1 hora con una temperatura ambiente de 32º, y más encima, después de almuerzo. Rico (?).
El tema es que el camino hacia esos lados, pasados los 30 minutos, es tan hermoso como solitario: algunas casas, pero básicamente campo. Aparte de los demás automóviles, no es taaaaanta la gente que se ve. Y bienn: a que no adivinan quién sí estaba. Tal como dice el slogan "Un amigo siempre", un solitario carabinero nos hizo detener por una supuesta imprudencia que - entre nos - más pareció un delirio de insolación o una justificación a su presencia tan prolongada y sacrificada ahí...
Seamos sinceros. Si hay gente en este país que hace soberanía hasta en los lugares más recónditos, rebuscados o inesperados, son los Carabineros. En en serio: entre lo que demoramos en ir, hacer el trámite respectivo y volver, pasaron más de tres horas... y seguía ahí! Obvio, lo mandan. Pero es un sacrificio enorme, en condiciones bastante precarias, que por el bien de todos debe cumplir. Aunque los autos en el día sean tres.
Al igual que otras FFAA, así como también otras profesiones nada que ver (faroleros, por ejemplo), Carabineros tiene un rol soberano también en el país. Desde el cuidado de la frontera, la soberanía en Campos de Hielo (pobre teniente Merino....), los patrullajes andinos y otros, son bandera de una nación que olvida no sólo esos rincones, sino también porqué justifican su presencia ahí. Siendo honestamente sinceros con nosotros mismos, debiera darnos vergüenza: es cosa de imaginar que hubiésemos sufrido un accidente en medio de la nada... mal....
De cualquier forma, aunque se convirtió en un recuerdo firme en el anecdotario del Centro (sobre todo del chofer), no deja de ser un ejemplo del sacrificio por cuidar hasta el más mísero rincón de este país. Aunque, claro, tras un posible parte sea algo fácil de olvidar...
Y si se quieren convencer de su presencia a nivel nacional urbano y recóndito, visiten www.revistacarabineros.cl
El tema es que el camino hacia esos lados, pasados los 30 minutos, es tan hermoso como solitario: algunas casas, pero básicamente campo. Aparte de los demás automóviles, no es taaaaanta la gente que se ve. Y bienn: a que no adivinan quién sí estaba. Tal como dice el slogan "Un amigo siempre", un solitario carabinero nos hizo detener por una supuesta imprudencia que - entre nos - más pareció un delirio de insolación o una justificación a su presencia tan prolongada y sacrificada ahí...
Seamos sinceros. Si hay gente en este país que hace soberanía hasta en los lugares más recónditos, rebuscados o inesperados, son los Carabineros. En en serio: entre lo que demoramos en ir, hacer el trámite respectivo y volver, pasaron más de tres horas... y seguía ahí! Obvio, lo mandan. Pero es un sacrificio enorme, en condiciones bastante precarias, que por el bien de todos debe cumplir. Aunque los autos en el día sean tres.
Al igual que otras FFAA, así como también otras profesiones nada que ver (faroleros, por ejemplo), Carabineros tiene un rol soberano también en el país. Desde el cuidado de la frontera, la soberanía en Campos de Hielo (pobre teniente Merino....), los patrullajes andinos y otros, son bandera de una nación que olvida no sólo esos rincones, sino también porqué justifican su presencia ahí. Siendo honestamente sinceros con nosotros mismos, debiera darnos vergüenza: es cosa de imaginar que hubiésemos sufrido un accidente en medio de la nada... mal....
De cualquier forma, aunque se convirtió en un recuerdo firme en el anecdotario del Centro (sobre todo del chofer), no deja de ser un ejemplo del sacrificio por cuidar hasta el más mísero rincón de este país. Aunque, claro, tras un posible parte sea algo fácil de olvidar...
Y si se quieren convencer de su presencia a nivel nacional urbano y recóndito, visiten www.revistacarabineros.cl
