miércoles, 2 de enero de 2008

A quien vive en sus palabras...

A MI ADMIRADO JULIO MARTINEZ PRADANOS
(1923- 2008)

Hoy es un día memorable. Se nos fue uno de los grandes chilenos que ha tenido nuestro país. Uno que hablaba de capitán a paje, de abuelito a nieto. Que con su espontaneidad, inviolabilidad y mucha, mucha caballerosidad, supo ganarse el cariño de generaciones que vieron en él algo más que un gran comunicador.


Un tipo sencillo, hijo único y proveniente de Temuco, de donde - tal como contaba un noticiero temprano - jamás renegó. Por el contrario, visitó siempre a sus amigos, a quienes incluso quiso traer a Santiago o ayudar allá en su zona; habló con propiedad de los paisajes y la vida distinta que se llevaba por esos lados. Que supo guardar en su memoria momentos mágicos en torno al fútbol, jugado en distintas locaciones (como las sedes del Mundial del 62... o sea, Machalí y Rancagua, por ejemplo) y con diferentes anécdotas que contar (Imagínense haberlo tenido de abuelito... yo adoro al mío, pero reconozco que hubiera hecho mías las palabras de Borghi: estar cuarenta minutos enteros escuchándolo sin aburrirse).

Épico es su discurso memorable de la Primera Teletón (1978), en el cual, haciendo gala de su capacidad de improvisación, movió/mueve el alma como nadie, aun hayan pasado tantos años...

Hoy, viendo el programa especial erigido a su memoria, vi otro discurso quizás no tan célebre como el primero, pero cuyo contenido implica uno de los sentidos de la Teletón, y de este blog también: hacer conciencia de la chilenidad completa, de la inclusión regional, de darnos cuenta de lo que nos une y diferencia entre nosotros en función de las distancias, pero que en definitiva, cuando queremos, nos hacen un sólo y grandioso Chile:



Para finalizar, esbozo una respuesta a Julio Jr.. Ante los periodistas, señaló que, en cierta medida, JM no tuvo tiempo con nosotros por compartirlo con todo Chile...

"quizás te quitamos a tu papá, pero en tu pena tienes millones de hermanos!"

Adiós a un grande, a un ejemplo de vida, a quien llevó el periodismo en la sangre, a quien compartió y denunció distintas situaciones nacionales sin olvidar jamás el respeto por los demás. A quien logró trascender en sus palabras para vivir en la eternidad, a quién literalmente vivió su vida a cabalidad, tuvo memoria para recordarla, y generosidad para compartirla.

Hasta siempre, JM! Vive en la gloria, desde ahora, por siempre!

PD: Fui al velorio, y tuve la oportunidad de saludar a Julio Jr. Cumpliendo mi promesa, dije lo que puse más arriba, a lo que contestó "Si pues, si en esto estamos todos juntos! muchas gracias!".
De yapa... conocí a mi querido Ramón Ulloa. Es oficial: el hombre es encantador, y muy sencillo!!!

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