jueves, 18 de septiembre de 2008

¡Viva Chile, de punta a cabo, y de cordillera a mar!

Hoy un nuevo aniversario patrio se celebra. En todos los rincones de Chile, los festejos no se hacen esperar.

Como es costumbre, el Te Deum (la liturgia para rogar por Chile) inicia las celebraciones formales de estas fechas. En ella, la imagen principal fue el ruego por un Chile más justo, más equitativo, que dé condiciones favorables no sólo para un sector, sino para todos. No sólo para un Santiago, sino para las regiones. Donde la educación, salud, vivienda, pero también la justicia y la solidaridad sean un motivo transversal que unifique a este país de punta a cabo y de cordillera a mar.

Es el deseo de quienes habitan esta tierra, el reconocerse todos equitativos, y también parte de la diferencia. El espacio que da el respeto por las culturas originarias de esta patria como los aymáras, los mapuches, los rapa nui y tantos otros; los matices que entregan los distintos inmigrantes en distintas partes, que configuran un poco lo que es la historia de cada lugar. Desde Perú y Bolivia por el norte, hasta árabes, coreanos, italianos, croatas y alemanes por el sur. El respeto por hablar de recursos no sólo en términos
citadinos, sino también en consideración con el campo, el bosque, el desierto y la cordillera.

Ante Dios, la plegaria no interesa de donde venga, sino más bien, se hace cada vez más fuerte en la medida en que todos queramos para todos el bien nacional del que tanto se habla. Cosa inentendible, sin duda, para los aludidos medios de prensa que, pese a ser parte clave de la homilía de este Te Deum, van en la contraria y se centran más en las observaciones que se le hizo al TranSantiago y la lectura política a eso que en vez de la cabida dada a valores nacionales como la aceptación, el reconocimiento de la cultura desde todos sus colores, la necesidad de llevar a cabo políticas de mejoramiento de calidad de vida en todos los rincones, de ser solidarios y apoyar a quienes lo perdieron todo en Chaitén, entre otras cosas.

Y así, en lo que se enfatizó que sería el Año de la Equidad, y aunque por un minuto divino parecemos todos juntos y unidos en esta y por esta Tierra chilena, la prensa se encarga de hacernos caer de las nubes y volver a la realidad en busca de reacciones... En fin, es el Chile que quizás seamos, pero quiero pensar en nosotros y las generaciones venideras para que de una vez por todas concretemos el Chile verdadero, unido, orgulloso de sus raíces, considerado y validador de cada rincón suyo, que - por Dios - soñamos con ser.




1 pataleo (s):

Lari-chan dijo...

Felicidades linita ^^

Pasalo bien y disfruta de las fiestas ;)

Y luego me cuentas, q un año de estos iré (?)

Besos ^^

CHILE CONTINENTAL