sábado, 24 de mayo de 2008

Play-Offs: Aguante, provincia!! (QUE GANÒ EVERTON!!)

Si uno pasea por las ferias artesanales, por tiendas estilo "Casa Ideas" (de adornos para el hogar) u tiendas deportivas, es obvio que jamàs faltaràn los cachivaches de Colo-Colo, la U y la Catòlica. Obvio, son los grandes, y su fanaticada trasciende a nivel nacional. Y està bien, no es malo. Mal que mal, sobre gustos no hay nada escrito.
Ahora, lo que sì debiera ser, es que, aunque no seas fan del equipo de tu ciudad (porque te gusta màs las estrellas del otro, tradiciòn familiar o què se yo), lo apoyes. Mìnimo.
Supongo que es el punto flaco de mi regionalismo, lo admito. Pero cuando O'Higgins juega, lo apoyo aunque vaya y gane contra mi equipo. O sea, si la Catòlica (tradiciòn familiar) juega acà en Rancagua, contra O'Higgins, mis porras van con la Celeste. Obvio. ¿Por què? Fàcil. Para mì, es como si fueran de distintos lados...
O sea, los "equipos grandes" no son representativos de ciudades. De ninguna. Ademàs, como suelen llevarse las estrellas (NO SIEMPRE!! AJAJAJAJAJ), los flashes, las tribunas de comentarios deportivos, el merchandising y esas cosas, es igual que ver una celebridad en TV. Encandila.
Pero a la hora de pintarse la cara, de apoyar, y de desear fervientemente lo mejor a un equipo, sin duda debiera ser al de la zona. Por solidaridad, por ùltimo.
Yo sufrì el campeonato pasado por el casi casi de OHiggins a la Libertadores, el gol anulado y esas cosas. En circunstancias como esa, donde està la ilusiòn de resaltar por un triunfo fidedigno, del reconocimiento de los medios, de tener una tremenda alegrìa local, las calles se pintan de color, los ànimos son de fiesta y hasta se compran màs diarios locales por lo mismo... En el caso nuestro, el porrazo fue doloroso, y màs encima, contra "un equipo grande"...
¿Por què es doloroso perder asì? Primero, por el tremendo esfuerzo que hacen los equipos de provincia para jugar en su tierra pero con coterráneos del otro cuadro. Segundo, porque la prensa, que hace la previa, siempre los tira a perdedor. Y si ganan, es un fenómeno. Casi como las aparecidas del Chupacabras, un ovni o què se yo. Y tercero, porque a pesar de los triunfos y el remonte que logren con los años, siempre seràn los 10 segundos de apoyo contra la hora y media de programas futbolísticos centrados en los otros equipos.
Cuando eran 16 los equipos de Primera Divisiòn, solìa hablarse del "grupo de los 13", los rezagados, los pintorescos, què se yo. Ahora, con el tiempo, Cobreloa se ha consolidado como un equipo de temer no sòlo por su siempre impecable desempeño en altura (de locales son implacables), sino porque de a poco ha ganado confianza para seguir. O'Higgins ìdem. El año pasado, con El Peineta de entrenador, vinieron las càmaras, pero tambièn el ego nece sario para enfrentarse al rival, y este año se les ha visto con más confianza y más apoyo de la hinchada.
Seamos sinceros: se supone que un equipo jamàs debe aminorarse con quien dispute un partido, pero reconozcamos que ir siempre de segunda opciòn no es muy alentador.
Ahora, claro, tambièn se impone la "personalidad local" de cada equipo, muy en concordancia con la zona de donde provengan. Los de màs lejos siempre son màs aperrados para jugar, los "choros" de Everton o Wanderers no lo hacen mal tampoco.
Por suerte, este año, las semifinales también tuvieron su tinte: pensar en Everton y Ñublense como finalistas del Apertura, para mí, fue motivo de alegría. Lástima que no alcanzó, pero weno... son cosas del fútbol.
Como sea, se hubieran merecido el campeonato. Venir desde "abajo", del bajo perfil, y trabajar sin prensa, sin cámaras, ganando discretamente, pero haciendo las cosas bien, es motivo de sobra para estar donde están.
Y eso, precisamente, es lo que enriquece al fútbol, lo que hace que dé gusto verlo. O sea, para ver jugar siempre a los mismos, ganar siempre a los mismos, no tiene gracia.
Pero, ver por ejemplo a Wanderers y los loros bailando el año 2005 fue notable. Y yo creo, honestamente, que triunfos de ese tipo alientan no sòlo al vencedor, sino a los demàs equipos que se identifican con èl.
De todo corazòn, ojalà que la final estè entre los viñamarinos y los chillanejos. Por la fiesta para ellos, y por mostrar que, en el fútbol, son 17 más, incluyendo a los santiaguinos coloniales y microbuseros... Porque, en rigor, ciudades representadas hay 11: Antofagasta (el màs nortino), Calama, El Salvador, La Serena, Viña del Mar, Santiago, Melipilla, Talca, Chillán, Concepciòn y Osorno (el màs sureño).
Asì, no es mèrito que ColoColo, La U o La Cato tengan hinchas. Habràn en todo Chile siempre... pero... ¿cuando Rangers juega en El Salvador? ¿Cobresal en Osorno? Admirable.

Por eso, apoyemos a nuestro equipo de zona. Si es por absoluta convicciòn, mucho mejor. Si no, aunque no nos guste como juegue, aunque preferamos otro equipo, aunque salgamos siempre ùltimos... Alentèmoslos!!!! Què salga el grito del pecho! (Mínimo sabérselo!)... así, hacemos del torneo algo apasionante de principio a fin.

¡Què viva el fùtbol, y nunca muera!

Y por cierto, como guinda de la torta... GANÒ EVERTON!!! FELICIDADES!!!

martes, 20 de mayo de 2008

Nos vienen a hacer la pata: Elecciones.

Mientras paseaba tranquilamente por las calles de La Red, la tele al otro lado de la pieza afinaba la garganta para la frase del día:

"Santiago, como la comuna emblemática del país, es el trampolín a la Presidencia".
(Iván Núñez, Medianoche - Lunes 19 de Mayo)



.......................... (no es un error de tipeo... es mi comentario)... En fin.

Tiempo atrás, dije que la Teletón era una de las pocas oportunidades positiva en que se integra al resto de las regiones como equivalente a la Metropolitana. Y claro, las desgracias, baleos, saqueos, robos y otros varios, la nota negativa que nos pone en portada. Pero TONTAMENTE habìa olvidado el grupo de efemérides más cúlmines de la contingencia nacional, que nos pone como punto clave, musas y receptoras únicas de flores, promesas y demases: LAS ELECCIONES.

Convengamos. Es como si no te pescaran ni en bajada y de repente los top del grupo te llevaran chocolates y fueran lindos. Como el comercial de Tritón con el argentino llenàndose de piropos a una "peculiar" fisonomìa femenina. Es el tiempo en que nos hacen la pata, y nos dan tribuna.

El sueño es lindo mientras dura. Hay chances de patalear por lo que se hizo y no se hizo (weno, si hay posibilidad de enterarse dónde andan los candidatos y es posible conseguirse una entrada o invitación para verles... si no es tan fácil el asunto), de pedir cosas, y de que piquen las manos o duelan los oídos de tanto aplauso y señora emocionada. Sin embargo, igual que cuando uno le pide al Viejo Pascuero algo que SABEMOS "Le va a costar", no pasa nada.

Entonces vociferan (yo ahora voy a votar, asì que me refiero a "otros" por lo visto antes) y alegan. Como claro, el orgullo està roto (por el ridículo, ese Nelson que se ríe de cada uno en su fuero interno), es más fácil echarle la culpa al personaje en cuestión (no al partido). Que es una familia conocida por tal y cual cosa (comentario muy frecuente, sobre todo, en municipalidades más pequeñas), que le gustó la tele y demases, y ahí se escurren responsabilidades por las malas gestiones y esas cosas...

Ídem con las parlamentarias (donde el descaro de algunos es impresionante: desde auspicios a paseos de curso hasta casi fotos de portada de revista con disfraces u "objetos que dan mayor seriedad", como los estetoscopios, los cascos o los sombreros de huaso, en mi zona...) y ni hablar con las Presidenciales. Ahì si que da risa: entre pintoresco y burlesco verles con chamantos, tomando chicha, comiendo camotes, bailando una cueca nortina o sacándose la foto en plena minga... las históricas "chalas embarradas" y ese tipo de cosas que le dan el toque de "estamos con la gente, conocemos las necesidades de Chile" porque recorrimos la Panamericana... en fin.

Además, para l@s paletead@s fieles que han leido los comentarios anteriores, recordarán la nota "¿Gobierno de Chile o Intendencia Metropolitana?". Bueno, ahora en el trasnoche me quedò màs claro. O sea, intendentes que quieren ser alcaldes, otros varios candidatos a la repitencia del plato, como un escenario donde apostarse "la carrera polìtica", una palestra sobre la cual versa toda la programaciòn noticiosa (o sea, la transmisiòn de las Municipales y su historia se gesta y enfoca bàsicamente en los dimes y diretes en la Plaza de Armas) y que, de fondo, asoma la nariz al resto de Chile nada màs que "para tener referencias regionales".... casi como aquellas empresas donde contratan a gente discapacitada no por realmente creer en sus capacidades (suyas, propias, cognitivas, internas), sino por mostrar al mundo "que los integramos, para la foto". ¿Ven?

Bueno, el circo ya empezò... y la condena es verlo, inapelablemente...

(¿Viejito Pascuero... me traeràs TV por cable alguna vez?)


sábado, 10 de mayo de 2008

MISERABLES....

Dicen que los mejores argumentos son los dados por la experiencia. Bueno, ésta no es la excepción.

Aer, lectores paleteados... levanten la mano a cuàntos les ha tocado dar su entrevista laboral en otra ciudad.

Sí? Ok. Ahora, de èsos, díganme cuàntos tuvieron que levantarse muy, muy, muy temprano y gastar mucha plata y horas en llegar a la cita. Sí? Y la pregunta final: A CUÀNTOS DE UDS. LES HAN DICHO EN LA CARA QUE YA TENÌAN VISTO A QUIEN DEJAR, PERO QUERÌAN SABER DE UDS, DE CÒMO ERAN, Y OCUPAR EN ESO NO MÀS DE 5 MINUTOS PARA LUEGO DECIR "MUCHAS GRACIAS, TE LLAMAMOS, GRACIAS POR EL PIQUE!"????

Pues bien. A mí me pasó. Así, tal cual.
En realidad, siempre he tenido certeza de este tipo de pràcticas. Sé, por el mismo trabajo que realizo, que a veces las empresas contratan evaluadores externos para seleccionar su personal. Y èstos no siempre invierten o se las ingenian para llegar lo màs cerca posible.

En el caso de mi natal Rancagua, los potenciales trabajadores estan bastante propensos a que se les evalúe en Santiago, lo cual no sería tan malo de no ser porque los cargos a los que postulan se encuentran en Rancagua también.
Si somos rigurosos, en primer lugar, esto implica añadir estrés extra a una situaciòn muchas veces sufrida como una entrevista laboral. Segundo, es un costo que no se sabe si es una inversiòn. Pero peor que eso, lejos, es que se aminore el esfuerzo que uno hace. Seamos sinceros, no queremos un trato preferencial por el viaje, PERO SÌ UN MÌNIMO DE RESPETO DE AVISAR QUE NO HAGAMOS UN VIAJE TAN LARGO CUANDO YA TIENEN UN CANDIDATO! ESO ES RESPETO, NO CREEN!

Todo el mundo me tirò las orejas por no haber alegado en el momento... supongo que el shock fue màs fuerte. Independientemente de que sea común viajar de una ciudad a otra para ese tipo de cosas, que se rían en la cara o que vean como un detalle semejante pique, lo encuentro una barbarie. ¿Qué creen ustedes?.


PD: Agradecimientos sinceros y muy especiales a Natalia Morales por la contenciòn emocional brindada ese dìa, por acompañarme en el sentir y por leer seguido este blog... ah! tambièn por ser la pròxima en paletearse con el Cuestionario, sin contar que literalmente me afirmò despuès que me cayera una jodida rama de àrbol en la cabeza... Sin comentarios.

lunes, 5 de mayo de 2008

"A la mala" se remecen conciencias... se remecen no más.

Haciendo cierta referencia a lo ya ocurrido con Aysén el año pasado (Ver aquì), pareciera ser que ésta es una nueva máxima para el Manual de Provinciaa: si quiere que sus pedidos sean escuchados, que su ciudad sea considerada, que su pueblo desviè la atención de las "siempre atentas" autoridades "nacionales" para hacer frente a los problemas de su zona, arme un desastre, destape cahuines políticos, o sea realmente "malo/a por una buena causa" y cruce los dedos para que aparezca tal acontecimiento que sea ineludible captar los micrófonos, prensa y demases.

Suena terrible, y hasta a mí me da dolor de guata tal sarcasmo. Sin embargo, es así.
Hoy, en las noticias, un chaitenino (perdonen si no es el gentilicio) aprovechó la visita a terreno de la Presidenta para manifestarse. No lloraba por perder todo hasta nuevo aviso, por el éxodo de su gente o impotencia por la ayuda recibida. Daba gracias porque la erupción fue en un período de pocas lluvias, porque de lo contrario no hubiera habido manera alguna de llegar ahí. Ninguna.

Desde hace muuuuuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo, según sus pobladores, han habido reiterados intentos de lograr conectar esta zona y sus alrededores a alguna ciudad. Básicamente, según entendí, Chaitén pertenece a la provincia de Palena, en la Región de Los Lagos, y es una isla continental: o se accede por mar, o hay que saltarse una región (o sea, llegar a Aysén) y de ahí DEVOLVERSE para llegar (400 kms no es nada, ¿cierto?) o simplemente, como ya es costumbre, ser forzado extranjero y pasar por Argentina.

Es que, más encima, Chaitén en sí tenía toda una estela de mitos y demases alrededor. Desde el mítico Sr. Tompkins hasta el tristemente célebre comercial de Homecenter que da cuenta de una "pobre y pava" provinciana que, "sùper perdida", se acerca a un vendedor y deja claro que "es de Chaitén y no sabe por donde empezar".... Dios... què jaqueca.

En fin. El señor este, en cuestión, rogaba a Bachelet no ser olvidados, y considerar esa "clemencia divina" que impidiò acrecentar aún más el caos. Ella, cortésmente, le respondió: "Si, no se preocupe, si ya hay un proyecto del 2006 o del 2007 donde se hablò eso, asì que haremos las gestiones para mejorar lo antes posible y bla bla bla bla....". No me hubiese gustado estar en los zapatos de los amigos del norte, del terremoto pasado, cuando vieron eso, si es que de una vez por todas les llegó la luz.... tampoco en quienes dejaron todo atràs, incluso sus queridas mascotas, por no haber otro modo de salir...

Como alguien dijo por ahì, triste que ahora sea un tema central cuando està por desaparecer....

jueves, 1 de mayo de 2008

"Créannos: Algo sabemos de donde vivimos"

Hace un rato, las noticias en la TV daban cuenta acerca de "las cèlebres protestas del 1ª de Mayo", aludiendo a los actos conmemorativos y desórdenes típicos que - tristemente - se dan en estas fechas, en busca de reivindicaciones laborales, mejoras salariales, entre otras. Más aún con temas ligados a problemas específicos, como los contratistas del cobre, por ejemplo.

Sin embargo, dentro de la diversidad de discursos y razones para fundamentar los movimientos, me di cuenta de que, al menos en una región, esto cobraba un sentido algo distinto.

Fue el caso de Valparaíso. Por estos días, trabajadores portuarios, transportistas, artistas y estudiantes se unieron en lo que llamaron "El Puertazo" (Ver noticia), como una forma de protestar no sólo por sus propias causas, sino por un hecho común a todos ellos: la imposiblidad de tener alguna participación en las decisiones locales. De hecho, ésa fue la consigna general.

Aclaro: nunca estaré de acuerdo con los desórdenes, la violencia, los piedrazos ni esas cosas. Nunca. Pero sí me parece admirable el mensaje para Santiago-Estado respecto a ese tipo de políticas.

¿Por qué? Pues, porque suele decidirse desde un escritorio a - por lo menos- 100 kms sobre asuntos trascendentes para las regiones, pero son vistas en su distancia como meros trámites. Desde el cierre de la ex-cárcel, tal como funciona ahora para los artistas locales, para abrir un centro cultural "de otro tipo", que cumpla los estamentos que dictan instancias como el Ministerio de Cultural. O sea, concursos y trámites cuando el arte - en esa región en particular- es parte de lo cotidiano.

En rigor, esto no es un hecho aislado, sino muy por el contrario. Se ha investigado sobre el tema, y se ha llegado a plantear que es precisamente eso una de las razones por las cuales se eterniza el tema de la pobreza.

Hace un par de años atrás, Fernando Rozas, psicólogo comunitario y académico de la U. de Chile publicó un estudio realizado en distintas regiones del país (Sexta y Octava, entre ellas), con el fin de determinar algunos descriptores para la pobreza. Ahí se determinó que, pese a que históricamente las instancias gubernamentales a cargo de combatirla se rigen por sus propias definiciones, entre ellas, las que arroja la encuesta CASEN, referida principalmente a ingresos familiares.

Sin embargo, contar con la misma cantidad de dinero en Santiago o en Mulchèn no es lo mismo. De hecho, Rozas señala una serie de factores,tales como acceso a educación, acceso a alimentos, acceso a servicios básicos y públicos, entre otros, que configuran perfiles distintos inajustables a las normativas gubernamentales, lo cual repercute en la manera de distribuir ayuda al respecto, y haciendo totalmente ineficaz y desajustado cualquier tipo de intervenciòn.

Por ejemplo: si pensamos en una familia de 4 personas con $100 mil pesos uno tiende a decir, claramente, que no alcanza y que es pobre. Pero, ¿pobre cómo?

Inevitablemente se piensa en que falta plata para la comida, para los pasajes, para estudiar... què se yo. Sin embargo, ¿podemos decir lo mismo de una familia en estas condiciones, pero que vive de la tierra? ¿Podemos suponer falta de comida en aquellas personas que viven en el sur y que su ocupaciòn es el cultivo? ¿Tiene sentido entonces intervenir para mejorar su nutriciòn en gente que come lo que cultiva, que en rigor tiene el peso promedio, y que ellos mismos reconocen que no tienen necesidades?

¿Tiene sentido intervenir en transportes cuando hasta los niños andan a caballo para ir a la escuela, a la casa de los vecinos o donde quieran?

¿Tiene sentido pensar que es lo mismo una familia econòmicamente pobre, pero con acceso a una ocupaciòn permanente y alimento asegurado que otra econòmicamente en mejores condiciones, pero donde el colegio o el consultorio quedan a 5 horas?

Ése es el sentido. Darse cuenta de que las realidades son distintas, y que el funcionar de cada región, de cada zona, de cada pueblo, ES SABIDO POR SUS HABITANES. Por lo tanto, existe cierto criterio, ¿no? Alguien me explique entonces què pasa, porque SE ME HACE IMPOSIBLE PENSAR EN QUE SISTEMÀTICAMENTE SE OBVIAN ESTE TIPO DE COSAS.

Afortunadamente, aunque sea de esa manera, la gente de Valparaíso la está cobrando al respecto. Está dando cuenta, hace rato, de que independientemente de las diferencias que puedan haber, todos coinciden en que es momento en que se valide su opiniòn al respecto. Era el momento, entonces, de que ese parecer se hiciera notar. Que la noticia fuera èse descontento màs que el discurso de todos los años. El día era una tribuna. Era la ocasiòn. No quedaba otra...

Foto: Nelson Olmos, www.emol.cl

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